jueves, 23 de octubre de 2014

LA TIRANÍA DE LA GRATITUD

  




Se pueden comprar voluntades no solo con regalos materiales. La gratitud y el reconocimiento, que a la sazón son gratis, son una fórmula muy económica de expresar cuáles son tus expectativas respecto de  alguien
Es sorprendente la vía a través de la cual la a las mujeres se nos exige una heroicidad y un sacrificio a cambio de nada , que para rato se iba al aplicar a los hombres.
La fórmula trampa más exitosa es la de la maternidad, porque nos encontramos ante la indefensión más absoluta de un ser creado día a día por nosotras.
La trampa comienza con ese apego emocional y esa necesidad fisiológica de continuar recibiendo alimento (o no) de nuestro cuerpo.
Pero eso no tiene nada que ver con asumir la reducción de las mujeres a lo puramente biológico, y a los cuidados por vocación ,a aceptar que nuestra carrera profesional se trunque con , en el mejor de los casos ,contratos a tiempo parcial, porque queremos ver crecer a nuestra prole, mientras la carrera de los hombres despega imparable , sin sentir ni la necesidad ni la presión de seguir el crecimiento de sus vástagos.
Parece que es voluntario , pero no lo es.
Y ahí tenemos , una tras a otra , a nuestras  más relucientes estrellas del firmamento mediático , repitiendo como una letanía, que lo más importante en este mundo es ese nuevo ser , por el que matan o mueren ,según quién  , como si vinieran de serie con un puñal .
Pero el puñal casi siempre se lo clavan ellas mismas , modificando sus vidas  como si esa prole fuese  fruto   de ellas mismas y la generación espontánea.
El patriarcado de nuevo en íntima fusión con el capitalismo se alían y nos crean la obligación junto con el reconocimiento , y nos laurean con la nunca suficientemente ponderada, Medalla de la Madre, en la que reza la inscripción:DAR MUCHO , PEDIR POCO.
Ahí es nada! Menudo mandato grabado al fuego en oro!
Con eso ya está todo  pagado , y a cambio  , la exigencia de altruismo , generosidad, olvido de una misma, resignación ante lo que nos desagrada
En esa loa incansable a las madre   va implícita la orden de mansedumbre, paciencia, sumisión, conformidad, acatamiento, docilidad, aguante, claudicación ...
Es decir, que la abnegación sea la norma rectora de nuestras vidas que , parafraseando al Rousseau, las mujeres estamos aquí para hacerles la vida fácil y agradable a los hombres .
¿Qué necesitamos para entender que tanto halago, no es otra cosa que una compra de voluntades, una forma de inducción a la conducta deseada?
Estoy segura de que sin tanto estereotipo cada mujer sería madre a su manera y , analizando la realidad que la circunda, cedería gustosamente los contratos parciales a los hombres para otorgarles el privilegio de ver crecer a su descendencia como si de un arbusto delicado se tratara.

Quizá así tendríamos tiempo para empezar a descubrirnos, a saber qué deseamos y qué necesitamos  ,para alejarnos de esa tramposa función biológica a la que nos encadenan el agradecimiento y las buenas palabras mucho más allá del parto y  la lactancia  , y que hace de la maternidad una ratonera al servicio del mantenimiento del sistema.

1 comentario:

  1. muy interesante el articulo! Gracias!. Entrecomillo unas frases "En esa loa incansable a las madre va implícita la orden de mansedumbre, paciencia, sumisión, conformidad, acatamiento, docilidad, aguante, claudicación ...
    Es decir, que la abnegación sea la norma rectora de nuestras vidas que , parafraseando al Rousseau, las mujeres estamos aquí para hacerles la vida fácil y agradable a los hombres."

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